«¡Aquí! ¡Aquiiií!» (por E.C.)
No sé si es fruto de la casualidad o las coincidencias dan credibilidad a esos estudios empíricos, y de poco fuste, ¡la verdad! Esos que nos dicen que los días de luna llena se suceden eventos violentos, sube el índice de criminalidad o qué incluso tienes mayor número de papeletas de morir en un accidente de tráfico. Es en este mes de septiembre, que su luna llena nos ha puesto a prueba. Más que en la pericia del desarrollo de nuestras habilidades como técnicos, en la resistencia física del equipo. Azul, verde, piedra y marrón. Son los colores ocultos por las sombras de esa noche de luna llena. Salpicados por ese vehículo que aparece, como la proa de un barco, por encima de un pequeño talud, al lado derecho de aquella carretera comarcal. Abriéndose camino por un mar de ramas caídas de un viejo algarrobo y otro tipo de vegetación casi de sopetón damos con el lugar. Está oscuro. La nula iluminación de la vía a esas horas, le da al conjunto un aspecto lúgubre. El aviso ha sido clar...